Por sus características especiales, el transporte de productos frescos tiene que estar calculado al milímetro. De esta manera se garantiza que los pedidos llegan en perfecto estado a su destino y que el consumidor final queda satisfecho con la experiencia. A continuación te explicamos todos los factores que intervienen para que esto ocurra ¡No te lo pierdas!

En el transporte de frescos existe un condicionante que no puedes ignorar: la mercancía es perecedera. Esto exige que los tiempos y las condiciones en las que se realicen la logística se tengan que estudiar con mayor detenimiento. Si a cualquier cliente no le gusta recibir su paquete con retraso, cuando se trata de productos que se pueden poner en mal estado es inadmisible. Por eso es importante que tengas en cuenta:

• Las necesidades de refrigeración previas al transporte. Si tienes que almacenar la mercancía, es posible que necesites usar una cámara frigorífica para mantenerla en buen estado.
• El tipo de transporte que vas a utilizar. No todos los productos necesitan seguir una cadena de frío, pero si es así necesitas que el vehículo pueda mantener la temperatura necesaria.
• La trazabilidad de las rutas. Tener localizada la mercancía en todo momento te permite tomar medidas de control y correctoras cuando las cosas no suceden como esperabas

La clave para que el envío de productos frescos sea todo un éxito depende de la planificación. Por eso es importante que dediques unos momentos a pensar sobre las características de lo que quieres enviar. Para eso te aconsejamos que te hagas las siguientes preguntas:

• ¿Qué necesidades tiene mi materia prima? No es lo mismo transportar pescado fresco que pan recién hecho. Mientras que el primero necesita una cadena de frío, el segundo exige una mayor agilidad en la cadena de suministro.
• ¿Qué distancia tienes que salvar? Conociendo el kilometraje que tienes que hacer, podrás estimar una ruta óptima. La caducidad del propio producto te dará el tiempo máximo y, a partir de ahí, realizar los ajustes para optimizar el proceso.

Por todo esto, una empresa que se dedica al transporte de productos frescos tiene que funcionar como una máquina bien engrasada. Debe ser eficaz, resolutiva y disponer de los medios necesarios. Además, todas las personas que intervengan en la cadena de distribución tienen que conocer bien su rol y trabajar profesionalmente. Así conseguirás que todas las entregas en destino sean un éxito.

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